viernes, 4 de abril de 2008

El desorden de tu Nombre

Tu nombre por aquí,
Tu apellido por allá
¡Oye! te dicen por la calle
invocando el gentilicio
con el tuteo que da el Poder
de ser el Pagador

¡Detente!, gritan, y mentan tu
nombre. "Necesito que seas la caja
donde volcar mi queja, mi enfado, mi
pena, mi desengaño, mi expectativa, mi
rabia, mi esperanza, Mi Derecho".

No importa si vienes o vas, si tienes prisa o una conversación;
o si en ese momento, tu alma es sorda, tu corazón
apenas ha comenzado a hablar:
tú - sí, TÚ, esa - debes actuar.

Hay quien lo sabe Todo:
"Ella está así, o está asá, le sienta bien
el peinado
nuevo "
"Ha adelgazado"
"tendrá hambre..."
"No tiene un hombre...
¡Qué dices, tiene de sobra!"
"la pobre... o la más engreída"
"Trabaja mucho,
¡no pega ni golpe! "
"la conozco bien"
"¡sí, sí, yo también!".

¿Crées que, por conocer
mi nombre
sabes quien soy?

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