jueves, 26 de junio de 2008

Díme

Díme
En qué momento del camino decidiste
que no merecía
no ya el tacto suave de una mejilla al
chasquear con la otra en un frugal beso
o la fuerza de tu mano que en el saludo encerraria la mía:
Siquiera el levísimo esbozo de una sonrisa
en el delicado gesto de la lejana despedida en el papel
o al oído

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hi ha res pitjor que l'absència de tot, fins i tot dels adeus. Salut, amiga!

JM